miércoles, 29 de mayo de 2019

La Lobotomía.II




Hoy le voy a recomendar una lobotomía al señor Cayetano Martínez de Irujo. Bueno, igual me he excedido un poco. En lo de llamarle señor quiero decir.

El motivo…





No sé muy bien qué habrá impulsado a este personaje, a decir semejante tontería en los medios, para que llegue a los ciudadanos de a pie, ni tampoco en qué contexto lo habrá dicho. No me importa, porque no me puedo imaginar ningún contexto en el que esa declaración, pudiera llegar a estar moralmente justificada.

Si es difícil generar dinero viviendo en palacio, hacerlo trabajando honradamente, no sólo es más difícil, sino que es imposible. Así que, si lo que quería era darnos pena, lo va a conseguir, pero no porque le resulte difícil generar dinero en palacio, sino por su demostrada falta de intelecto. Claro que, es posible que la palabra trabajo no figure en su vocabulario, ni mucho menos el vocablo compuesto trabajo honrado.

Deberías saber que tú, y otros muchos más de tu misma calaña, gozáis desde vuestro nacimiento de unos privilegios otorgados porque sí, que os dan una posición de comodidad viviendo en palacio de la que nunca podremos disfrutar los ciudadanos de a pie, que más que pensar en generar dinero, lo único que podemos hacer es pensar en ahorrar para ser pobres y en preguntarnos por qué tú, y otros muchos más de tu misma calaña, necesitáis generar dinero, cuando no tenéis tiempo ni para gastar lo que ya tenéis…
  
Dígame usted si no es digno de una lobotomía, o incluso de dos en días alternos.







jueves, 16 de mayo de 2019

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Y en este día, un único deseo... que mi familia siga aguantándome muchos años más. Dígame usted si no es un deseo más que suficiente.








martes, 14 de mayo de 2019

Situaciones


Un hombre entra en una cafetería. 

En un acto reflejo examina el interior de la misma guardando en su memoria todos los detalles que su mente le permite.  Dado que no es un ejemplar de mente brillante, los detalles que consigue procesar no son demasiados. Eso provoca que, no sólo esté a punto de caerse al no ver un escalón próximo a la puerta que acaba de cruzar, si no que algún metro más adelante, también se lleve por delante unas muletas que estaban apoyadas en una silla en posición diagonal. A pesar de todo, consigue llegar sin más contratiempos hasta el mostrador, donde permanece de pies porque no vio a tiempo la única banqueta libre…, que si vio una mujer que entró por la otra puerta existente del local…

La mujer también ha permanecido unos segundos plantada en la puerta tras y, a pesar de tener aún puestas las gafas de sol, tarda apenas cinco segundos en sortear todos los obstáculos que se interponen entre ella y la única banqueta libre al lado del mostrador. Ni siquiera ha necesitado mirar a su espalda para saber a ciencia cierta cuantos clientes han seguido su trasero con la vista, y sólo vuelve su cabeza para presenciar como aquel torpe se trastabillaba con la muleta apoyada en la silla en posición horizontal. Se sienta en la banqueta y pide un café mientras busca algo en el bolso. Le interrumpe la voz del hombre torpe pidiendo algo sin alcohol, y aunque en un principio no le presta demasiada atención, no puede evitar hacerlo al escuchar al camarero blasfemar por la falta de indecisión del cliente que no sabe qué bebida pedir, al mismo tiempo que le decía que él no era nadie para decidir qué debía beber un cliente…

El hombre está indeciso. Más aún con aquella espléndida mujer a escasos dos metros de su posición. En tan sólo unos segundos, la mujer había conseguido que su mente no fuera capaz de decidir entre una cerveza sin alcohol o una Coca Cola, así que pensó: “de perdidos al río”, y pidió un Martini. Giró 90 grados y se situó de frente a la mujer que le había descentrado, intentando aparentar seguridad en sí mismo… sin conseguirlo, porque al girarse tropezó el vaso recién servido, derramando su contenido sobre el mostrador… Más juramentos de boca del camarero y doble gasto para nuestro hombre.

Mientras añadía el azúcar al café, la mujer observa de reojo al hombre de su derecha que por fin se ha decidido por un Martini. Se percata de que se ha girado hacia ella y que ha tirado la bebida llegando a salpicar su rodilla desnuda. Coge una servilleta y la seca cuidadosamente mientras escucha un torpe y balbuceante “lo siento”. Ella levanta la vista y lo mira con una sonrisa indulgente. Se detiene a observarlo concienzudamente. Fija su vista en el entrecejo y la va bajando lentamente hasta llegar allá donde se unen las dos piernas. Vuelve a subir la vista pero a medio camino la vuelve a bajar, para detenerse en ese singular lugar, dibujando su cara una expresión de asombro…

A duras penas el hombre intenta reponerse del espantoso ridículo que acaba de soportar al tropezar su copa. Intenta disculparse con la mujer de su derecha, a quien ha salpicado la rodilla que tiene en medio de su interminable pierna. Comprueba aliviado que la mujer acepta sus disculpas mientras se seca con movimientos que simulan una caricia. Pierde su mirada entre los pliegues de la corta falda, pero entre aquellos macizos muslos no corre el aire y el hermetismo es total. Levanta la mirada y se percata de que la mujer le está mirando su entrepierna. Poco a poco, la observadora va levantando la vista, y nuestro hombre se prepara para un inminente encuentro de sus miradas, pero al llegar los ojos de ella a su pecho, bruscamente vuelven a descender hasta la entrepierna… El ve cómo se dibuja en su cara un gesto de asombro y orgulloso espera a que le mire a los ojos. Tras unos segundos interminables, ella levanta la vista y… él no puede aguantar la mirada. Tímidamente baja su mirada… para descubrir que llevaba la bragueta abierta.

Dígame usted si el significado de una mirada es o no relativo… y variable. A veces, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia…












jueves, 9 de mayo de 2019

Academia de Tonterías.


En esta sección, iremos descubriendo las definiciones de un diccionario un tanto particular. Bueno, no nos engañemos, bastante particular, y cuyas definiciones, no tienen nada que ver con las que aparecen en el diccionario de la Real Academia de la Lengua.

Como hasta ahora no tenía nombre, pensé en llamarlo Diccionario de la Real Academia de Tonterías, pero como quiera que tal osadía, podría llegar a ofender a la Casa Real y a sus monarcas, lo llamaré simplemente: Academia de Tonterías.





Allá va el capítulo 1.

Anticonceptivo- Todo aquello que impide, bien sea de forma natural o artificial, que la semilla masculina alcance al óvulo femenino. Hay muchos tipos, pero los más comunes son: juntar las rodillas, la marcha atrás, ver la tele, capar al marido, dormir con las bragas puestas, eyacular para otro lado…, en fin, que cada uno se las apañe como pueda...

Atletismo- Conjunto de pruebas deportivas en las que hombres y mujeres, cada cual en su categoría pertinente, vestidos con ropas ajustadas, compiten entre sí, intentando ser los mejores sin que se les rompa la ropa. Los que lo consiguen reciben medallas y flores, los que no lo consiguen…  ganan una exclusiva. 

Corchea- Nota musical de corcho, o en su defecto, que pierde corcho....

Jazz- Estilo musical originario del sur de los Estados Unidos. Se toca en bares llenos de humo. Una condición imprescindible para tocar Jazz, es conocer a algún camarero, si no se saluda al camarero desde el escenario, no se es músico de Jazz.

Juventud- Etapa de la vida, en la que hacemos todo aquello que posteriormente, vamos a recriminar a nuestros hijos cuando lo hagan, alegando que cuando nosotros éramos jóvenes, esas cosas no se hacían…









jueves, 2 de mayo de 2019

Reto 5 líneas. Mayo

Inicio el mes de Mayo bloguero con el reto 5 Líneas de Adella Brac.


Este mes, las palabras a utilizar son: huesos, rugido y volamos.

     Siempre íbamos con prisas, era algo habitual llegar siempre con el tiempo justo. Ahora, el atasco nos obligó a salir del taxi antes de tiempo y, bajo una intensa lluvia, recorrer los últimos metros hasta el aeropuerto calándonos hasta los huesos. El pequeño avión nos esperaba, y apenas nos sentamos, éste arrancó con un fuerte rugido de su único motor. Nos miramos y ambos pensamos al tiempo: volamos…