martes, 2 de abril de 2019

Hombres, Mujeres y Compañía


En este post, y en otros posteriores, trataré un asunto que viene siendo catalogado algo así como “un gran misterio de la naturaleza”, y que desde hace siglos, y lo que nos queda, viene siendo motivo de discusión allá dónde surja cualquier tipo de debate: “Hombres y mujeres somos totalmente diferentes”.

No me estoy refiriendo al físico, eso es algo que hasta un ciego puede ver. Basta un simple vistazo a un miembro de cada género, y también a sus “miembros”, para darse cuenta de que físicamente no tienen nada que ver el uno con el otro. Por mucho que ambos puedan llegar a encajar perfectamente y unirse como piezas de un puzle, está claro que su fisonomía es completamente diferente. Y podemos asegurar, que ese es el motivo, por el que pueden encajar perfectamente, por lo diferentes que son sus miembros… y sus “miembros”. Pero estará de acuerdo conmigo en que, realmente, tener un colgajo más arriba o más abajo, o el tener uno o dos, o tres colgajos, no es lo que nos hace diferentes a hombres de mujeres. De ser así, ambos podríamos tener las mismas aficiones, los mismos pensamientos, y lo que es más importante, tener un comportamiento similar ante una situación determinada.

El comportamiento está controlado por la mente. Eso que no se ve a simple vista, la manera de pensar, es diferente, independientemente del número de colgajos y su posición, y nos hace comportarnos de manera totalmente diferente a unos y otras al afrontar una misma situación. Por supuesto, está claro que siempre hay casos “especiales” en ambos géneros, casos que suponen la excepción que confirma la regla, pero yo hablo siempre con carácter general. 

Dígame usted, si el tema no tiene debate y tela que cortar. Seguramente, una vez que me haya hartado de escribir sobre ello, estaré peor de lo que estaba y seguiré sin entender nada. Y seguramente usted también, sea hombre o mujer. Sólo por poner un ejemplo, entre hombres y mujeres existe una gran diferencia en la manera de afrontar la necesidad de comprar ropa. 

Si un hombre necesita comprarse ropa, ya sabe, incluso antes de salir de casa, qué establecimiento visitar, y se dirige hacia él con paso firme y total determinación, sin dejar que otros establecimientos le hagan dudar. Una vez en dicho establecimiento, un hombre puede comprar la suficiente ropa como para vestirse de pies a cabeza, incluyendo ropa interior, en apenas veinte minutos de reloj, y le sobra tiempo para hacer una radiografía y memorizar el cuerpo de todas las dependientas de la tienda.

Una mujer, sin embargo, sale de compras y lo único que tiene claro, es a qué calle acudir: aquella que tiene el mayor número de tiendas. Una vez allí, empieza a mirar escaparate tras escaparate, del primero al último, y tras estudiárselos todos… vuelve a la primera tienda y empieza a mirar todo el género. Con suerte se probará un par de prendas, pero seguramente las volverá a dejar en su sitio… porque no le terminarán de convencer. Repetirá la misma acción en, al menos, cinco o seis establecimientos más. Seguramente, visite aquellos cuyos escaparates, tengan expuesta alguna prenda que nunca se probaría, y ni mucho menos se compraría. Al salir del último establecimiento, por supuesto aún con las manos vacías, llegará nuevamente hasta el último escaparate, y se decidirá a volver a entrar en la primera tienda, aquella en la que sí se probó un par de prendas… para comprar una de ellas. Después, volverá a la última tienda en la que entró, porque allí había visto otra prenda que combinaba con la que se acaba de comprar…, pero esta vez se la prueba para comprobar que, según ella, no le sienta nada bien. Desesperada, volverá a entrar a todas las tiendas, buscando esa prenda que le combine con lo que se compró, incluyendo también el resto de tiendas en las que aún no había entrado. Por arte de magia, en una de ellas encontrará un conjunto de cuerpo entero que le sienta de maravilla y, además, más económico que lo que ya se había comprado, por lo cual, decide comprárselo y volver a la primera tienda a devolver la prenda solitaria para la cual no encontraba acompañante. Saldrá de la tienda enormemente feliz por la compra realizada. Sin embargo, esa felicidad durará poco. Exactamente el tiempo que tarda en darse cuenta… de que no tiene calzado que combine con ese conjunto que acaba de adquirir…

Dígame Usted, si esto no es un claro ejemplo de la diferencia de comportamiento entre hombres y mujeres. En próximos posts, analizaremos otras diferencias, en otras tantas situaciones diferentes.






20 comentarios:

  1. Ohhhh Dios mío... estoy casada con una mujer... y lo peor, soy un hombre!!!!!!!!!!!!!!!!

    Jajajajajajajaja!

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    1. Vaya tó por dios... he aquí la excepción que confirma la regla. Jajajaja
      Besos.

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  2. Aquí llega otra excepción, jajajaja.
    ¿Te das cuenta de dónde te metes con este tipo de post? Menos mal que aclaras que generalizas, y yo añadiría que lo haces en base a tópicos.
    Dices que el comportamiento está controlado por la mente, y no sé si es así. De lo que sí estoy convencida es de que el comportamiento está dictado por la emoción. Convendrás conmigo que frente a una misma situación no actuamos igual, nadie, si estamos enfadados o alegres, tristes o con miedo... Lo que ocurre es que según el género estamos dirigidos culturalmente a permitirnos unas emociones y otras no. A los hombres se os contó el cuento de que no lloráis, de que debéis tomar la iniciativa, debéis ser valientes, jugáis a pelear... A nosotras que la rabia no es femenina, que un hombre nos protegerá, que no debemos tomar la iniciativa...
    Las diferencias son fundamentalmente culturales, inculcadas, aparte del hecho de que todos somos diferentes, aún siendo del mismo género.
    Disculpa por aterrizar en tu espacio con un comentario tan largo, me apasiona discutir, jajaja. Y sí me cansan los tópicos sobre lo que es ser hombre y ser mujer, porque creo que todos somos esclavos de ellos, y a mí me gusta ser libre.

    Un abrazo

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    1. Tranquila, esto es una democracia y aquí te puedes expresar todo lo extensamente que quieras siempre que sea con respeto.
      Tópicos dices... Bueno, cuando se trata de hacer un post de humor se suele tirar de tópicos y sobre todo se tiende a exagerar exageradamente. No soy sociólogo, sólo un poco charlatán jajaja
      Supongo que tienes razón cuando dices que el comportamiento está controlado por la emoción, y sí, eso puede variar el comportamiento hasta del ser más rutinario. Pero no creo que sea un tema de cultura, si no más bien de intereses. Mira, yo tengo mellizos, niño y niña, ahora tienen 14 años, lógicamente se criaron con la misma educación, mismos valores y mismo ambiente en el hogar, pero desde que nacieron ambos han tenido intereses diferentes y, sobre todo, diferentes comportamientos en las mismas situaciones, entre ellas la de ir a comprar ropa. Pero todo es digno de debate, desde luego.
      Un saludo y bienvenida a tu casa.

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    2. No pretendo alimentar el debate, pero te cuento que tengo dos mellizas, ambas niñas, de casi 8 años, y también desde que nacieron han tenido intereses diferentes y distintos comportamientos, incluso en lo relativo a comprar ropa (que intuyo lo dices porque probablemente le guste más a tu hija que a tu hijo). Una de mis mellizas fue por mucho tiempo fanática del hombre araña, y cuando le comprábamos regalos (de Spiderman, obvio, porque sabíamos que era acertar) en la tienda me preguntaban si lo envolvían en papel para niños... los tratos diferenciados son mucho más sutiles de lo que queremos reconocer.

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    3. Sí, lo reconozco. En ese sentido hay tratos diferenciados. Hoy en día cualquiera elige el color azul para el niño y el rosa para la niña, el balón para el niño y la muñeca para la niña. Pero que haya un trato diferenciado no supone que sea algo vejatorio ni nada por el estilo, es simplemente diferente y supongo que es más una cuestión de inercia que otra cosa. Te aseguro que si yo le hubiera regalado una muñeca a mi hija y no le gustara, no se la habría vuelto a regalar. Al final son ellos quienes deciden lo que les gusta y lo que no les gusta. Tengo un sobrino que, a sus 10 años le gustaban las muñecas y muñecas le regalábamos. Y si mi hija con tres años estaría todo el día jugando al fútbol como hacía el crío, le habría regalado balones. Pero sí, es cierto que hay unas costumbres que, de inicio, nos llevan a actuar de forma diferencial.
      Besos.

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  3. Cierto es que los hombres y las mujeres somos muy diferentes y no solo en el físico, en la manera de ver las cosas, en reaccionar ante ellas, en actuar , en sentir...No sé si serán conductas aprendidas por un determinado patrón cultural o si habrá algo más escondido. Pero las diferencias están ahí. Un tema muy polémico. Un abrazo.

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    1. Cierto experto afirmó que todo está relacionado con las diferencias existentes entre el cerebro masculino y el cerebro femenino, pero quién sabe, un poco de aquí, otro poco de allí, todo termina influyendo.
      Saludos.

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  4. No te preocupes que las mujeres somos comprensivas y cuando termines acudiremos a rescatarte. Pero ahora que no nos oye nadie te comento que estoy de acuerdo somos diferentes. Afortunadamente. Abrazucos

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    1. Cierto, tú lo has dicho, afortunadamente somos diferentes, por eso nos complementamos tan bien...
      Besos.

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  5. Lo primero, agradecerte que hayas visitado mi blog. Y después, si me lo permites, decirte que por aquí me quedo.
    En cuanto al post, es un tema que trae cola, y yo, a estas horas de la noche, tengo poca. Pero si me lo permites haré solo un apunte, y es que, ojalá, las únicas diferencias entre ambos, se basaran solo en cosas como esta que has comentado, que dicho sea de paso, y menos algunas excepciones que siempre las hay, tienes más razón que un santo jajaja. Pero bueno, lamentablemente, y como ya sabemos, la cosa es bastante más complicada y peliaguda; hay todavía demasiados lastres culturales que están presentes en muchos ámbitos y situaciones en el día a día.

    Ha sido un placer leerte y conocer tu blog, Elvis.

    Un abrazo, y feliz noche.

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    1. Gracias a tí y bienvenida a tu casa.
      Sí, como bien dices, aún hoy hay diferencias más importantes entre hombres y mujeres. Es un tema peliagudo y para mí algo con lo que ni me atrevería a bromear. Pero en este tema en concreto, creo que sólo tienes que indagar un poco entre toda la gente que conoces de ambos géneros para darte cuenta de que no difiere mucho de la realidad.
      Saludos.

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  6. Buenísimo análisis, me identifico totalmente con el estilo "masculino" de comprar. Sin embargo, a pesar de que en lo personal es algo que no disfruto y trato de salir rápido de ahí, muchas veces tomando lo primero que encuentre, sí tengo amigos que son más rebuscados para elegir sus prendas...
    Gracias por pasarte por mi blog, un abrazo desde el sur de Chile!

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    1. Bueno, menos mal que hay alguna otra opinión masculina jajaja.
      Claro, es lo que digo, siempre hay excepciones que difieren de la actuación general.
      Gracias a ti y bienvenido a tu casa.

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  7. Así es, totalmente de acuerdo.
    Salu2.

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    1. Y nada más que añadir jajaja
      Un saludo y bienvenido a tu casa.

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  8. De acuerdo en que somos diferentes, pero todos somos diferentes, no todos los hombres son iguales y no todas las mujeres son iguales. Pero en lo que realmente importa si somos iguales, lo mismo.
    p.d: odio ir de compras

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    1. Sí, eso está claro, todos somos diferentes, por eso yo generalizo. Pero tú mismo lo dices jajaja, odias ir de compras como un alto porcentaje de los hombres.
      Saludos.

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  9. Es ciero, pero yo en eso soy poco femenina. Un saludo

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    1. Entonces eres otra de las excepciones jajaja
      Besos.

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Uy lo que han dicho